martes, 28 de junio de 2011

Carta desde Puno




Esteban Valle-Riestra ha reproducido en su blog (ver enlace), la carta que continuación replico para ustedes. Escrita por Martha Giraldo - puneña y ex dirigente de izquierda – donde refleja la realidad que vive Puno en la actualidad. La carta ha sido citada en sendos artículos de Augusto Alvarez Rodrich y Fernando Rospigliosi en el diario La República.
Si bien es cierto que muchas de las reinvindicaciones que los pobladores del departamento sureño exigen tienen toda legitimidad, no es menos cierto que allí también se presentan situaciones como las que la Sra. Giraldo señala y que dan que pensar y repensar.
Resulta absurdo esperar a que los conflictos estallen para iniciar conversaciones pese a contar con un mapa de conflictos debidamente actualizado en poder de la Defensoría del Pueblo, pero esta gestión gubernamental depredadora y displicente no tiene interés alguno en solucionar los reclamos de los pobladores y espera a que las protestas se transformen en batallas campales y algunos dirigentes con intereses particulares se adueñen del discurso y muchas veces (no siempre) transformen el reclamo original en intransigentes olas violentas de donde emergen el racismo y el odio en su más primitiva versión.
En cualquier caso, desde este espacio, quisiera – si están de acuerdo – conocer vuestra opinión al respecto:

Puno, 16 de Junio de 2011,


Querid@s amig@s:
Los saludo con mucho cariño, afectada y desconcertada con lo que vivimos en este aciago mes y disculpen, si altero su tranquilidad y les quito tiempo, pero necesito compartir con ustedes acerca de los sucesos que han colocado a Puno en la vitrina de la actualidad socio-política y como muchas veces anteriores, mostrando el rostro de la intransigencia y violencia injustificada. Podrían, a partir de la última frase, pensar que estoy subjetivizada, nada de eso, esta carta es para contarles de manera coloquial todo lo que he podido averiguar acerca de los entretelones de la demanda “No a la minería, No a la explotación petrolera, No a los proyectos hidro-energéticos”, origen de los sucesos que aún no concluyen y que son tan sólo una arista de la problemática. Inicialmente pensé escribir un artículo, he desistido, aquí no hay prensa local que lo publique, pocos leen, nadie debate con argumentos y muchos agreden, así que opto por este camino de confianza. Sin duda alguna, debe haber mucha información que desconozco; aquella de la que no tengo certeza, la pongo en condicional y las afirmaciones, son informaciones verificadas.
Puno, en la encrucijada.
La economía de Puno descansa en la producción agropecuaria (papas, carnes, lácteos, cebada, pastos, quinua, oportuno mencionar a los laboriosos productores de la nuevas cuencas como Taraco, Progreso, Macarí, Umachiri, Llalli Mañazo,etc), artesanía (tejidos a mano y pequeñas máquinas y telares, mucha de la cual se exporta y es producida mayormente por miles de mujeres quechas y aymaras), minería formal (Minsur, Arasi, Aruntani, Huacotto, etc), turismo (hoteles, hospedajes, agencias de viaje, restaurantes, destinos rurales, guías, transporte), pesca artesanal y acuicultura, una fábrica de cemento, la única industria de la región!!!, algunos talleres de confecciones, una cooperativa cafetalera en Sandia, algunos centros comerciales formales en Juliaca y Puno; empleo en servicios, negocios diversos, en entidades públicas, ongs y algunas empresas de transporte formales.
Paralelamente, un gran contrabando, de tales volúmenes que se distribuye hasta Arequipa, Lima, Cusco, Madre de Dios, Abancay, que cuenta con soporte logístico de almacenes, camiones, buses, camionetas, talleres de reparación, tiendas de repuestos, seguridad, etc y del que todos los ciudadanos de Puno nos servimos alegremente en la medida de nuestras necesidades (por ejemplo licores, galletas, chocolates, sábanas, artefactos, caprichos para el buen comer y vivir); minería informal descontrolada ( quebradas amazónicas y al pie de glaciares en Ayapata, Coaza, Sina Limbani, Phara, Patambuco, San Gabán, Ananea/ Rinconada, sólo aquí se calculan más de 30 mil extractores y que se proveen de explosivos, botas, cascos, mamelucos, gas, combustible, linternas, miles de celulares,vía el contrabando), cocales en expansión en los valles de Sandia, San Juan, San Ignacio, San José, Putina Punko, San Gabán, Ayapata, Coaza, es vox populi que ahora se transforma en cocaína y se exporta hacia Bolivia. Una compleja, desigual y tensa convivencia entre un pequeño sector empresarial formal y una gran masa de hábiles y avezados productores y comerciantes informales, ilegales, a los que el Estado no ve, no siente, no huele. Gastón Acurio afirmó en TV que ser empresario era “un privilegio, un honor y una responsabilidad”; y efectivamente así es, pero en Puno, reconocerse empresario es un acto de estoicismo, porque hay que resistir epítetos como “testaferro, explotador, miserable, vende patria”. Estos calificativos son endilgados a los mestizos formales, sean locales o venidos de fuera. Los miles de empresarios informales simplemente no son empresarios, son parte del pueblo sufrido y excluido del sistema, aunque movilicen millones de dólares en mercadería ilegal, tengan flotas de buses, camiones, trailers, maquinaria pesada, usufructúen yacimientos mineros informales, cocales, cafetales, tiendas y mercados, casas de cambio, cientos de tiendas de computadoras y teléfonos, inmensas ferreterías, no sólo en Puno, en Arequipa, Tacna, Moquegua, Madre de Dios, Cusco, llegando incluso hasta La Paz, Rio, Sao Paulo. Ser quechua o aymara, es garantía de contar con una patente étnica para todo lo permitido, legal pero también y sobre todo, para lo ilegal e informal que se pueda hacer. El normal, tradicional y ancestral intercambio fronterizo, ha devenido en economía paralela que mueve millones, corrompe y ejerce presión a todo nivel, de la misma forma que lo grupos mineros informales y cocaleros.
No es casual ni fruto del abandono estatal y/o privado, que no haya inversiones PRODUCTIVAS en la región (excepción de algunas mineras y hoteles), no se puede invertir en Puno, no se pueden comprar tierras, no se puede instalar industrias porque fracasan frente a la competencia del contrabando, no hay mano de obra calificada, no hay proveedores primarios de calidad y formales. Siendo la mayor zona productora de fibras y lanas, ni una sola planta que las lave y las industrialice ¿por qué?. Ni un planta de beneficio de carnes, siendo la primera región productora de carne de res y ovino. Si no fuera porque están Marcos Degen y los curas de Juliaca, no habría ni trucha ni quinua envasada (empresas con asistencia, por ello pueden operar esforzadamente).
Puno es una zona emisora de gente emprendedora, laboriosa y triunfadora, ¿dónde no hay puneños exitosos sobre todo como comerciantes? En todo el Perú están con florecientes industrias, tiendas, galerías, ferreterías, incansables viajeros itinerantes los que quedan en el campo, como agricultores y ganaderos, son los viejos, los abuelos, los discapacitados, los menos favorecidos en habilidades, capacidades y proyectos, como decimos entre nosotros, los huesos, ellos, son quienes en representación de los que están fuera, pero que nunca pierden la propiedad de tierras, casas y ganados, son quienes sufren el rigor de las actividades que descansan casi completamente en el uso de la energía humana como fuerza motriz, ya tenemos entonces un déficit en el campo, excepción de las zonas ganaderas modernas como Taraco, Mañazo, Cupi, Llalli, etc.
La profesionalización de miles de hijos del campo, en todas las profesiones existentes, sea en la universidad nacional pero sobre todo en las particulares de la región (4) y las sucursales de más de 12 de otras regiones, e incluso de 2 de Bolivia. Tod@s legítimamente aspiran a un título profesional, aunque luego no ejerzan y se dediquen, por ejemplo, a los negocios, blanqueando el dinero del contrabando, del oro ilegal, la coca. Y otro gran sector como triciclistas, moto taxistas, ambulantes, cobradores, etc que prefieren las ciudades al campo, éste, cada vez con menos brazos para el trabajo agropecuario y allí miles de hectáreas abandonadas o sub utilizadas, no hay tecnología que remplace la tracción humana. En este panorama, ya desmotivador y preocupante, en el que es frecuente la emergencia sea por frio, sequía o inundación, se grita a todo pulmón ¡No a las concesiones mineras, petroleras, hidroeléctricas! No a la presencia de empresarios foráneos!!! No a las empresas chupa sangre!!! No al turismo que sólo beneficia a las grandes cadenas chilenas!!! No a todo!!!
6.- En Puno, tanto en el campo como en la ciudad, entre aymaras, quechuas y mestizos, la circulación de rumores y afirmaciones alejadas de la verdad es increíblemente profusa, ni la típica chismografía limeña se puede comparar y sólo para que se hagan una idea, unas cuantas perlas: “todo el agua es propiedad privada de García Pérez, que la vende al mejor postor y que es socio de las empresas qu compran” “el lago Titikaka está vendido a los chilenos” “los hoteles Libertador son propiedad de Fujimori y sus socios chilenos” “Casa Andina, cadena chilena” “Suasi ha sido vendida a los chilenos” “desde Suasi se bombea agua al norte de Chile” “las empresas mineras pagaron canon sólo en la época de Toledo” “García para incentivar la inversión extranjera, ha exonerado de impuestos, canon, regalías, a todas las empresas extranjeras” “ todo el Perú está concesionado y vendido para la explotación minera” “las empresas mineras llegan de golpe y porrazo a tomar posesión de las tierras de los campesinos, y los comuneros súbitamente se enteran que no son más dueños de ellas” “los canadienses de Santa Ana, nunca realizaron la consulta previa y no lograron la licencia social” “Arasi es de chilenos” “Minsur no paga canon porque son amigos de Jiménez Sardón y Garrido Lecca” y hasta el infinito. En este contexto ¿qué papel juegan los diversos medios de comunicación? La radio es el medio al que acceden todos, sea en el campo y las ciudades. Existe infinidad de emisoras locales que en muchos de sus programas, en quechua y aymara (especialmente) difunden como “noticias” decenas de afirmaciones similares o más alucinadas que las arriba consignadas; los programas de TV dan cabida a dirigentes, líderes, profesionales que sin ningún rigor ni objetividad dan por ciertas dicha afirmaciones y elucubran análisis y teorías de despojo, venta, saqueo, entreguismo de parte de empresarios y funcionarios. Hace 25 años, conversando sobre este tema, me propuse por salud mental y tranquilidad espiritual no escuchar estas emisoras, pero, desde que vine a Suasi no puedo evitarlas, porque quienes colaboran conmigo, las tienen encendidas de mañana a noche, por ello es que conozco los contenidos y los mensajes y no me sorprende el resultado e impacto que han grabado en el alma , los corazones y pensamientos de miles de profesionales, comerciantes, contrabandistas, narcotraficantes, etc, etc,
Los actores
¿Quién es Walter Aduviri Calizaya? Hijo de comuneros de Mazocruz (provincia de El Collao), contador público, docente universitario, alpaquero a la distancia (pastores cuidan su rebaño ¿Cuántas alpacas? no pude averiguar), regidor saliente de la Municipalidad de Mazocruz. Durante los sucesos de abril de 2004, que culminaron con el asesinato de Cirilo Robles, alcalde de Ilave, destacó por sus capacidades de organización y movilización de la juventud, dando muestras de arrojo, audacia y osadía. Una vez elegido el nuevo alcalde, los tenientes gobernadores (verdadero poder en la zona aymara), impusieron a Aduviri -considerando los méritos reconocidos y la formación profesional de contador- como jefe de almacenes de la municipalidad de Ilave, durante su gestión mostró otras facetas como prepotencia, intimidación, abuso y soberbia, se dice que habría cometido peculado y llevado doble control, por lo que fue despedido y tendría un juicio y el expediente estaría en Contraloría. La ciudad de Ilave no se sumó a las movilizaciones, Será porque conocen a Aduviri? Nunca olvidar que quienes dirigieron la huelga que culminó en el asesinato de Robles fue liderado por los tenientes gobernadores.
¿Cuándo, dónde, quienes y con qué objetivos se formó el Frente de Defensa de los Recursos Naturales que preside Aduviri y a nombre del cual en supuesta defensa de la madre tierra recusa toda actividad minera? Poco o nada se conoce sobre dicho frente, todo hace suponer que es una organización que se activa en función de eventos concretos, tal vez importante cuando rechazaron la creación de la Reserva Aymara Lupaka; fuera de la comunicación enviada y tramitada por Lezcano al Inrena en 2004 firmada por Aduviri, no he podido recabar nada más al respecto. Los presidentes Jiménez, Fuentes y Rodríguez, autoridades regionales grises, incapaces y demagogos, junto a consejeros, alcaldes y regidores, nada efectivo han hecho por la región. En campaña, todos sin excepción, ofrecen promesas sin límites y todos también apelan al electorado quechua aymara por ser abrumadoramente mayoritario tanto en el campo como en las ciudades. Los 2 ex presidentes regionales y el actual, han tenido discursos anti-mineros, anti-empresa, anti-inversiones y han alentado posiciones de enfrentamiento con el Gobierno Central por su lejanía, desinterés y ausencia. Han sido presas de sus discursos, escasa gestión y deficiente capacidad de inversión. Ninguno propuso cambios que desarrollen la región, sólo pequeñas obras y mucho asistencialismo, que ahonda la conducta pedigüeña, mendicante y de victimización de líderes y comuneros.
Respecto de Vasty Lezcano, Abraham Ccauna, Hermes Ccauna, públicos agitadores senderistas que sin hipocresías ni medias tintas participan de la actual asonada, qué puedo decirles? Que andan sueltos y sin temores. Ayer lunes salió un artículo en el diario Los Andes ¿quiénes están detrás de Aduviri? Hay que leerlo para tomar conciencia de hacia dónde apuntan verdaderamente las acciones aymaras. Decirles con tristeza, que no imaginan cómo los campesinos aymaras se portaron en la ciudad los días del paro, que fueron una verdadera ocupación: agresivos, racistas, intolerantes, abusivos con todos quienes se atrevieran siquiera a vender panes; tomaron por asalto plazas, parques, óvalos y ahí mismo instalaron cocinas, dormitorios, comedores y baños. Varias cuadras a la redonda de la plaza de armas, los hedores eran insoportables, me pregunto ¿tienen derecho a agredirnos de esa manera? Luchar por sus reivindicaciones les da derecho a atropellar los de otros? Un valiente y humilde chofer aymara, responsable de conducir la ambulancia del hospital de Juli, comentó indignado que llevaba un niño aymara enfermo a Puno, y que hicieron los del piquete? Desinflaron las llantas, lo pegaron y aún no repuesto de la golpiza, fue testigo de los correazos que les propinaron a unos turistas italianos que desesperados por llegar a Puno, decidieron caminar y además, los desvalijaron sin reparos. Saben de mi entrañable identificación con Puno, su geografía, el legado de los Caluyo y Pukaras, sus paisajes, la música única y que emociona hasta las lágrimas, pero desde tiempo, siento que con muchas de sus gentes, menos cosas me unen; respeto las diferencias culturales, pero también creo que hay valores universales como la verdad, el respeto, la tolerancia, la alegría por el éxito ajeno, el cuidado de niños y ancianos, la amistad sincera. El aire está enrarecido y no por la altura, racismo y odio increíbles es lo que visto y escuchado en rostros de personas que creía amigas y eso me lacera el alma, por ello, es probable que salga de Puno, al menos por un buen tiempo, necesito sanar las heridas y renovar mi esperanza y alegría.
Les mando un abrazo fuerte, inmenso y curativo como el Titikaka.
Con afecto
Martha

jueves, 16 de junio de 2011

Chico Buarque "Puede que la canción esté llegando al fin"



Esta es una entrevista que realiza el periodista español Jesús Ruíz Mantilla, el 30 de enero de este año para el diario ibérico "El País".



Sin duda Chico Buarque es - hace tiempo - una figura totémica de la música brasilera, pero no solamente es músico, también es escritor y pelotero, pero sobre todo: símbolo. Más de 40 años en la música y ocho novelas avalan su inquietud artística. Ahora retrata el derrumbe del viejo Brasil.



Aquí la entrevista:

Cuando el Chico Buarque músico entra en casa, sale por la puerta el escritor. Chico Buarque, el políglota que domina cinco idiomas, el símbolo del Brasil contemporáneo, el media punta que lleva más de 30 años sin perder un partido con su equipo de fútbol, parece ideal, pero tiene sus zonas oscuras, no se llamen a engaño.

La actriz Fernanda Montenegro proclama que usted es perfecto y no tiene defectos. He venido aquí, hasta su casa, para buscárselos. Alguno esconderá.

Una gran dama de nuestro teatro.

Lo que le digo, que he venido a desenmascararle. Si no, me voy a decepcionar: buen músico, escritor ya de prestigio, activista de pasado impecable...

Y eso que usted nunca me ha visto jugar al fútbol. Lo hago en un equipo que no ha perdido en 32 años.

Pero, hombre, hay un placer en la derrota, ¿no le gustaría aprender a experimentarlo?

Hay derrotas, pero son en partidos no oficiales. Cuando terminamos decidimos si es un encuentro oficial o no, depende del resultado.

Una vergüenza. ¿Y de qué juega?

Como Messi, más o menos, pero es fútbol 7.

Ya aparece un defecto. Manipulador.

Mentiroso más bien, apúntelo.

46 años de carrera ya. Al principio parecía que querían lanzarle al mercado como un artista pop de la 'bossa nova'. ¿No encajó en eso?

No fue así. Tuve una experiencia mala cuando vivía en Italia, hacia el 69. No se comprendía entonces muy bien lo que era la música brasileña, además me veían así, como bonito.

Guapo. Igual que ahora. Eso puede ser hasta un defecto.

Quizá por eso, fuera de aquí, querían encajarme en un esquema pop. Yo tampoco comprendía qué pasaba conmigo en Italia. En Brasil no. Tengo la idea de lo que he querido siempre y en mi país no existía ese malentendido. No sé qué pueden pensar de mí fuera de Brasil. Tampoco tengo una carrera internacional. Viví en Italia por razones políticas, pero casi toda mi trayectoria se ha desarrollado aquí. Para la literatura es diferente, las traducciones, todo, es más fácil hacerse comprender. En la música puede interpretarse cualquier cosa. La brasileña más porque lleva un poco de todo, mezclado, no llegas a saber con certeza si es samba, bossa nova... Todo al tiempo.

¿Y eso es bueno o malo?

Para nosotros es bueno, pero es difícil de comprender fuera. Para el gran público ante todo. El público ve nuestra música en las mismas secciones de los almacenes. Lo que viaja es la sonoridad. Hay una comprensión más emocional que intelectual.

Pero eso es así en todos los niveles. La música posee un lenguaje propio, irracional, que llega o no.


Incluso gusta muchas veces por motivos equivocados.

¿Porque no se entiende la letra o porque no se comprende la música?

Las letras son importantes, aunque en mi caso están siempre al servicio de la música.

Como escritor, usted ha hecho experimentos bien curiosos. 'Budapest' la escribió sin conocer la ciudad, sin haber ido nunca. Después, ¿la visitó?

Nunca había ido. No quise. Empecé a escribir y a mí me fascinaba la lengua, me enamoré del idioma. No me interesaba conocer más allá, estudiar el húngaro me habría llevado 10 años, pero quedó todo mejor así, una ciudad difusa, una historia con neblina. Fue muy interesante llegar a Budapest después de haber estado en cierta forma allí. Comprobar que había cosas que eran iguales y otras absurdas. Tampoco yo quise dar la impresión de que lo conocía a fondo, los nombres eran inventados, basados en la selección húngara de fútbol. Admitir que nunca había pisado la ciudad creó un poco de desconfianza. Algunos se lo tomaron bien; otros, francamente, no.

Les parecería soberbio, sobrao, chulesco. Otro defecto.

Bien, bien, apunte. Sí, les parecía que no tenía derecho a inventar algo que ya existía. Los húngaros son muy orgullosos de sus príncipes, sus linajes, sus castillos, su historia.

¿Cómo pudo imaginar la ciudad sin ir?

Con guías, diccionarios, palabras que recuerdo de una novia húngara que tuve. Ella me había enseñado esa fascinación. Y la selección húngara de fútbol de 1954. Ese partido que perdimos con ellos. Coleccionaba los cromos y los tenía todos. La verdad es que cuando se me ocurrió el libro, yo pretendía crear una lengua, pero eso era demasiado.

Otro defecto. Una idea no plasmada. Poca perseverancia.

¿Por qué? Al contrario. Mucha perseverancia porque yo empecé a hacerlo, pero me di cuenta de que no lo conseguiría. El protagonista era un arquitecto, no un negro.

¿Se rindió? Defecto...

Bueno, bien, vale, pero tuve que escribirlo para darme cuenta de que no era bueno.

¿Perfeccionismo? Otro defecto...

Incapacidad mental para crear una novela... ese es el defecto.

Llevamos 20 minutos hablando y han salido cuatro defectos. No sé cómo acabará esto.

Soy además perezoso para las entrevistas, otro más.

Bueno, no estoy tan seguro, a lo mejor eso es una virtud.

No lo sé. Viene de que para resultar brillante en una conversación así uno debe inventar cosas.

Si en Budapest no estuvo, en 'Leche derramada' sí que ha andado por el terreno. Porque hablamos de Brasil, en profundidad.

No viví esa época.

Cada uno de nosotros hemos habitado de alguna manera el pasado de nuestros lugares. ¿No cree? ¿No construyen los ancestros nuestra identidad?
De alguna manera, escribir sobre algo que ha ocurrido hace 100 años es como no conocer el lugar. En el tiempo y en el espacio estás perdido. La idea de Leche derramada partió de eso. Imaginación y conocimiento a base de estudio. Aunque aquí investigué todavía más que en Budapest. Además de lo que leí, lo que escuché, las historias de mi madre, que murió hace apenas un año con 100. Hay muchas cosas, desde el nombre de los transatlánticos hasta las casas, las calles.




Es que apreciamos mucho de usted en ese libro. De sus raíces, de su familia, ¿qué más?

Historias políticas de la vieja república, desde 1879 hasta 1930, con Vargas, que cambió todo. En mi familia había muchos antepasados que pertenecieron a esa estructura, son historias que conozco sobre todo de la rama de mi madre. Sus recuerdos están en el libro.

O sea, que ha querido hacerle un homenaje póstumo.

Póstumo no, porque ella lo leyó. Le gustó, aunque no verse reflejada en algunas cosas. Estaba ya mayor y se sintió un poco incomodada, como los húngaros con mi intrusión.

Como diciendo: ¿para qué te metes a lavar los trapos sucios delante de todo el mundo? Ay, los escritores...

Terribles.

Indiscreción. Otro defecto.

Sin duda.

Hasta el momento ha salido esto: sobrao, perfeccionista, incapacidad mental, perezoso e indiscreto. Cinco.

Bueno, está bien.

Pero ese viejo Brasil que retrata en 'Leche derramada', ¿ya desapareció?

Persiste en la mentalidad de mucha gente... Eh... otro defecto: me faltan las palabras en castellano.

No, no lo admito. Porque entonces tendríamos que contar que yo no hablo portugués.

Vale. Entonces persiste esa mentalidad. La del viejo país con sus antiguos dueños, el antiguo poder, los dueños del dinero, la perplejidad ante ese nuevo país que crece. La incapacidad de admitir que será de otras familias, otras clases. Eran clanes que tenían un sentimiento de posesión y observan a quienes prosperan con desconfianza o esos aeropuertos atestados de gente mal vestida donde no soportan mezclarse. Siempre tentados en mantenerse aparte, como una élite. Ayer leí un reportaje que diferenciaba entre los ricos y los muy ricos de Santa Catalina. Los ricos iban normalmente a la playa y los muy ricos se quedan en sus hoteles de lujo, con sus prejuicios ante los solo ricos.

No mezclarse. Bueno, eso es muy europeo también. El pijerío. Así que entonces a Brasil ha llegado la clase media y quiere hacerse notar.

Prefiero este Brasil al anterior, sin duda. Más dinámico.

Y en eso, ¿qué mérito le damos a Lula?

Mucho.

¿Verdaderamente ha acometido una transformación histórica?

Sí, su prioridad era sacar de la miseria al mayor número de gente posible. Eso continúa con Dilma Rousseff. La situación social de Brasil era una vergüenza, plagado de desigualdades con toda su riqueza. Pero los méritos vienen también de las bases de la política económica que emprendió Fernando Enrique Cardoso. Fue la clave sin la cual no se habría podido avanzar. Toda esta transformación se ha llevado a cabo con las reglas del capitalismo para crear una riqueza que debía ser distribuida. Algunos desde la izquierda pueden pensar que no fue lo suficientemente humanitario, pero nadie puede negar que ha sido lo más inteligente.

Es lo que hay y lo que se ha demostrado en todas partes que funciona. Por eso se entienden peor otras experiencias latinoamericanas, como las de Venezuela, Ecuador, Bolivia...

Hoy lo sabemos. Pero tampoco hay que culpar a quienes lo intentaron en el pasado en Cuba, en el Chile de Allende o aquí, como la propia Dilma creía, que la única salida era la revolución. Ahora sabemos que no.

En 'Budapest' aborda la dualidad. La paradoja es un motor para la creación. Usted se sentirá muchas cosas a la vez. ¿Cuántos Chicos habitan en usted?

Hay dos. Viven en la misma casa, pero en habitaciones separadas. Son el escritor y el músico. Ahora habita el músico, el escritor debe de haberse ido a Budapest.





¿Y no se entremezclan? Porque el músico compone letras potentes y el escritor construye un ritmo musical en los libros.

Hay un eco en ambas cosas. Pero mientras trabaja uno en lo suyo, el otro no se entromete. No pueden hacer las dos cosas a la vez. Cuando se marcha el escritor, llega el músico, y viceversa. Por otra parte, las letras de las canciones no tienen que ver para mí con la literatura, pero la literatura sí tiene más que ver con la música. Probablemente se adivine fácilmente que el escritor es músico. Las letras de las canciones no son lo mismo. El letrista para mí no es poeta ni narrador, debe despojarse de esa pretensión. Es otra cosa. No existen jerarquías ni distinción entre las dos artes, valen lo mismo. La literatura y la canción popular tienen el mismo valor.

Eso se acabó. Resulta una diferencia completamente anticuada. Es como el viejo Brasil.

Cierto, para el viejo Brasil, lo que yo hago es música barata. Es como lo definiría el protagonista de la novela. El nuevo acepta eso bien. El primero en sufrir aquella ruptura jerárquica fue Vinicius de Moraes, era un poeta culto, canónico, que se puso a hacer letras de canciones populares. No lo entendían. ¡Un poeta y diplomático! ¡Sacrilegio! Eso persiste un poco todavía. La idea de que un poeta no puede escribir música popular y un cantante no puede dedicarse a las novelas. Pero ¿qué estaba diciendo?

Lo del músico y el escritor...

Ah, sí. Que hay un periodo de adaptación, no es que sale por una puerta el músico y entra el escritor, como en un vodevil. Los tiempos de cada etapa creativa crecen, pero los de mi vida se acortan. No sé hasta dónde llegaré en las cosas que quiero hacer.

¿Ahora con quién estoy hablando? ¿El compositor o el literato?

Hasta este año pasado estuvo el escritor acompañando las traducciones. Vigilo las que conozco, español, inglés, italiano, francés, aunque luego me dicen que las mejores son las de lenguas que no entiendo... Lo que me cuesta es empezar. Cuando salgo de la literatura no sé cómo se escribe una canción, cada vez cuesta más...

¿No salen las cosas de dentro y ya?

No sirve eso. Quieres contar algo, bien, pero ¿de qué manera? En la literatura, desde encontrar la voz hasta lo que te seduce. Borras y borras hasta que hallas la voz, el tono, la mano sola no sirve. Si la voz, el lenguaje y la historia no están en sintonía, nada vale.

Y el Chico futbolista, ¿quién es? ¿El niño eterno?

Sí, juego tres veces por semana.

Lo que es la vida. Cuando venía en el avión vi a unos cuantos niños brasileños vestidos con 'la roja'. Impensable en los tiempos en que todos los niños del mundo se ponían la 'canarinha'.

Normal. Y el Barça... Yo recuerdo el Santos de Pelé, el Botafogo de Garrincha en los años cincuenta y sesenta; es difícil comparar, pero ahora hay una fluidez, un perfeccionismo, una alegría.

¿Qué le queda por indagar en la música?

Escucho poca música. Leo más. Trabajo con la memoria musical, que tengo repleta. ¿Ve usted por qué no me gusta dar entrevistas? Porque tengo que explicar ciertas cosas. El otro día compuse un vals ruso. ¿Por qué? No lo sé y no puedo inventar una razón. Porque convenía a la historia que quería contar. La música que llegó era de allí para relatar la historia de una mujer rusa con la que contacto por Internet. Ya está. No hay nada que explicar ni buscar apenas nada para componer. A estas alturas es la música la que me busca a mí. Por supuesto que estoy al día y sé quién es Amy Winehouse o Lady Gaga. Pero eso no importa.
¿Cambia con la edad la actitud para escuchar la música o es que nuestro tiempo nos empuja a atender de una manera más fragmentada?

Creo que cambiamos cada uno de nosotros. Y solo esperamos que al público le siga interesando lo que hacemos. Hay veces en que das un concierto y piensas de qué te sirve lo nuevo cuando la gente solo quiere que cantes viejas canciones. A mí me gusta cantar lo nuevo, y a ellos, escuchar lo antiguo, así que hay que negociar un poco.

Algunos artistas de su nivel ya están en posición de exigir al público según qué deseos.

Exigir, no. Pedir por favor.

¿Le preocupa que los jóvenes brasileños escuchen menos música de su tierra?

No es tanto, en la última gira yo vi pocas cabezas con cabellos blancos y más jóvenes.

Cuénteme cómo era Jobim.

Desde el momento en que yo escuché la primera canción de bossa nova, Chega de saudade, cantada por João Gilberto, con música de Jobim y letra de Vinicius de Moraes, me cambió la vida. A mí y a todos nosotros. Los que podíamos haber sido otra cosa nos hicimos músicos cuando escuchamos eso, Caetano Veloso, Gilberto Gil, todos.

Por cierto, ¿entre Caetano y usted hubo algún problema? Le acusaban de blando.

Eso fue en los tiempos del tropicalismo. Yo no pertenecí a eso. Había dos bandos. Los pro y los anti. Yo no era pro. Trataban de hacer una ruptura con la bossa nova e incorporar instrumentaciones y comportamientos del pop, a lo que yo me oponía. Tuvo su reflejo también en mi música, pero no traumática.

¿Matar al padre?

Exacto. Pasaron algunos años de conflicto y luego volvieron.

Como en cualquier familia. Primero: papá, déjame en paz, y luego: anda, cuídame a los niños. ¿Y usted no tendría que haberse comprado una guitarra eléctrica?

Es eso, lo que pasa es que me equivoqué de puerta al entrar en la tienda y me compré un piano.

Pero hoy Jobim es indiscutible.

Es que fue una epifanía. Lo conocí, fui amigo de Jobim. Por trabajar con él, por escucharle tocar el piano, yo me hice un músico mucho mejor de lo que era. Escuchándole, viéndole trabajar. Yo era un músico intuitivo, de oído, y él me formó. Trato de no ser una copia de él, pero todavía, cuando compongo, siento la sombra del maestro.

¿Vigilante?

Un poquito. Pero es que además me enseñó de la vida, hablando, comiendo, compartiendo. Él me obligó a comprar un piano, a aprender música y escribir para otros cosas que no tienen nada que ver con lo que yo hago. Jobim era cálido, divertido, especial.

Todo un clásico de la contemporaneidad. Como Lennon y McCartney. Autores ejemplares de canciones. Sin duda, ese ha sido el género musical de nuestro tiempo. Pero ¿le queda mucho?

Las posibilidades de la canción como fenómeno y forma del siglo XX y XXI puede que estén llegando a un fin. Puede que estemos llegando a eso. El rap es un indicio. La armonía, la manera de construir las letras, la falta de interés por lo nuevo, quizá todo eso sean señales.

¿Decadencia?

Puede ser. Pasa en otros géneros. La ópera...

Bueno, la ópera resiste. Más de 400 años y hay vigor en nuevos compositores.

¿Ah sí? Otro defecto: ignorancia sobre ópera contemporánea.

Bueno, lo pasamos por alto. En fin, seis defectos.

Pocos.

jueves, 9 de junio de 2011

Desde los Afectos (Mario Benedetti)


Algo del muy querido y recordado Mario Benedetti... antes del recital del sábado en La Oveja Negra... una dosis de sabiduría vital...

¿ Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo ?
Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo,
Que nadie establece normas salvo la vida,
Que la vida sin ciertas normas pierde forma,
Que la forma no se pierde con abrirnos,
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente,
Que no está prohibido amar,
Que también se puede odiar,
Que el odio y el amor son afectos
Que la agresión porque sí hiere mucho,
Que las heridas se cierran,
Que las puertas no deben cerrarse,
Que la mayor puerta es el afecto,
Que los afectos nos definen,
Que definirse no es remar contra la corriente,
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja,
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio,
Que negar palabras implica abrir distancias,
Que encontrarse es muy hermoso,
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida,
Que la vida parte del sexo,
Que el "por qué" de los niños tiene un porque,
Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad,
Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana,
Que nunca está de más agradecer,
Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo,
Que nadie quiere estar solo,
Que para no estar solo hay que dar,
Que para dar debimos recibir antes,
Que para que nos den hay que saber también cómo pedir,
Que saber pedir no es regalarse,
Que regalarse es, en definitiva, no quererse,
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos,
Que para que alguien "sea" hay que ayudarlo,
Que ayudar es poder alentar y apoyar,
Que adular no es ayudar,
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara,
Que las cosas cara a cara son honestas,
Que nadie es honesto porque no roba,
Que el que roba no es ladrón por placer,
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo,
Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte,
Que se puede estar muerto en vida,
Que se siente con el cuerpo y la mente,
Que con los oídos se escucha,
Que cuesta ser sensible y no herirse,
Que herirse no es desangrarse,
Que para no ser heridos levantamos muros,
Que quien siembra muros no recoge nada,
Que casi todos somos albañiles de muros,
Que sería mejor construir puentes,
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve,
Que volver no implica retroceder,
Que retroceder también puede ser avanzar,
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol,
¿ Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida ?

martes, 7 de junio de 2011

Buen día, mala época (Hay que acabar con la mediocridad). Un post de Gustavo Faverón Patriau.



Ayer, Gustavo Faverón publicaba en su blog “Puente Aéreo” (http://www.puenteareo1.blogspot.com) el post que a continuación replico para ustedes:

Mirando los resultados electorales, uno se encuentra un número de verdades evidentes, que, de tan visibles, hieren.
Una es que una gran porción de las clases altas limeñas, que en el pasado apoyó a diversas dictaduras, a lo largo de décadas, incluyendo a la dictadura de Alberto Fujimori en los noventas, sigue empecinadamente enamorada de las soluciones autoritarias.
Otra es que un elevado porcentaje de la población limeña no sólo olvida consuetudinariamente la situación económica y de miseria social del resto del país, sino que no teme mantenerla, ahondar el centralismo, la desvinculación de la capital y el interior, que nace de la incapacidad de reconocer los problemas de los otros. Lima está conforme con el falaz crecimiento de una parte de su propia economía y los reclamos que vienen del resto del país no la conmueven.
Ante la victoria de Ollanta Humala hay quienes deseamos que su gobierno sea conciliador y concertador. Los parásitos de la televisión, anoche mismo, estaban ya deformando esa noción, convirtiéndola en una idea de "reconciliación" con "ese 50% de electores que preferían el fujimorismo". Esa, si no es una falacia o una simple mentira, es al menos una deformación maniquea de la realidad (la mitad de quienes votaron por Keiko Fujimori ayer no votaron por ella en primera vuelta).
El gobierno de Humala debe concertar, sí. Pero eso significa una negociación con todas las fuerzas democráticas del país, que son las que garantizarían la eliminación del riesgo autoritario. ¿Qué cosa pueden aportar los actores de la dictadura fujimorista a esa coalición? ¿Qué valor democrático se reafirmaría colocando al presidiario Alberto Fujimori o a sus testaferros en la mesa de negociaciones?
Más de un 30% de los electores peruanos prefirieron a Humala en primera vuelta, con su discurso al estilo Lula da Silva, con su versión moderna y puesta al día de una propuesta de izquierda más o menos moderada. Un 20% más, en segunda vuelta, prefirió eso antes que el regreso de la dictadura. El mandato de Humala, entonces, es claro:
Debe gobernar desde una izquierda moderada. Pero no debe, de ninguna manera, convertirse en ninguna de las dos cosas que la mayoría de los peruanos han rechazado a lo largo del proceso: ni un presidente rutinario, que se dedique a administrar la medianía sin expandir la agencia y el bienestar de los más pobres ni diversificar la economía del país; y no debe, de ningún modo, transformarse en un autócrata violentista y avasallante como lo fue Alberto Fujimori y como lo iba a ser, sin la menor duda, Keiko Fujimori, como títere de su padre y de su mafia.
La elección de Ollanta Humala no me deja feliz, claro. Hay muchas otras cosas que serían necesarias para la felicidad de los peruanos. Pero estoy convencido de que el resultado de ayer era el requisito necesario para el logro de todas esas cosas. Nada bueno hubiéramos conseguido recolocando a un criminal convicto en el poder, ni directamente ni por intermedio de sus herederos políticos.
Quizá, con el tiempo, quienes hoy se pasean por las calles del Perú con el hígado en la mano, lamentando la derrota de una banda de delincuentes, entiendan eso. Quienes hoy miran con ira a los votantes de Humala, deberán comprender que esos millones de peruanos les han salvado la dignidad por los próximos años. Pero, en el futuro, deberían aprender a salvársela solos: es inaceptable y vergonzoso que una masa numerosa de ciudadanos pretenda depositar el porvenir del país en manos de criminales y socios políticos de criminales. Se llama complicidad.
El fujimorismo no es un valor en el espectro político peruano, sino una mácula. En los próximos años intentará, porque eso es lo que le queda ahora, transformarse en una fuerza partidaria perdurable. La observación la hizo anoche Steve Levitsky en una entrevista televisiva (y Jaime de Althaus se cogió de ella para consagrar al fujimorismo como uno de los ejes duraderos y legítimos de la nueva política peruana). Si eso ocurriera estaríamos enfermando nuestra política por muchos años.
Un partido cuyos móviles son el delito, el robo, el asesinato, el abuso de los derechos humanos y la posterior excarcelación de los perpetradores, y que ni siquiera tiene el pudor (ni la inteligencia) para ocultar esos móviles detrás de la articulación de un sistema de ideas, es ponzoñoso, es una herida abierta. O es, peor aún, la marca supurante de la descomposición de otras heridas abiertas: la desmoralización de nuestra escena pública, la devaluación de nuestros marcos éticos, el hundimiento de nuestros sistemas de valores.
La parte de la sociedad peruana que ha rechazado al fujimorismo democráticamente, que se ha movilizado para rechazarlo mediante la acción elemental de depositar votos para expresar su voluntad, sin orquestar inmundas campañas de desprestigio, sin caer en los métodos del fujimorismo, no debe perder esta oportunidad para dejar en claro, meridianamente, que ayer el fujimorismo ha sido derrotado, no importa por cuán estrecho margen. En la elección más crucial que ha enfrentado esta generación de peruanos, la dictadura pasada y la potencial han sido sofocadas, rechazadas, puestas en su sitio.
Ese sitio no es el escaño de una negociación pendiente. Alberto Fujimori está en la cárcel: ese es su sitio. Montesinos está en la cárcel: ese es su sitio. Keiko Fujimori está corriendo a la prisión a llorar en el hombro de un criminal: ese es su sitio. El elenco de prepotentes fujimoristas que han regresado al parlamento son una resaca del pasado, y así deben ser vistos. Y la siguiente ola debe limpiarlos, debe limpiarnos de ellos.
Hoy es un buen día. Pero en la historia política de los países, los buenos días no aseguran la bondad de los días futuros. Humala tiene muchos aliados, y no todos serán positivos; tiene muchos rivales, radicales o circunstanciales, y no todos querrán cooperar en la construcción de una mejor sociedad. Tiene muchos observadores, muchos que votaron por él y comprometieron su vigilancia: esos son los que más valdrán a la larga. Porque Humala tiene dentro otro rival más grande: el Humala anterior, el de las ideas trasnochadas y los planes catastróficos.
Y Humala también tiene, en el fujimorismo, un enemigo corrupto, de todos los tipos de corrupción, que debería ser visto como el peligro común, para los que quieren ayudar a Humala y para los que esperan que Humala haga un gobierno que esté por encima de las expectativas, buenas y malas, que ha generado. ¿Qué tiene a su favor? Una cosa sobre todo: el respiro que significará verlo jurar este 28 de julio sabiendo que en su lugar pudo haber estado el terrible fantasma del pasado, el grotesco fantasma de la vieja dictadura.
Salimos de esta primera encrucijada; ojalá no se repita la amenaza nunca más. El Perú merece que el año 2016 no haya un Fujimori en una segunda vuelta, ni un Alan García. El Perú merece partidos serios y tiene poco tiempo para construirlos. Esa construcción debe generarse, sobre todo, fuera del parlamento, donde se congregarán por cinco años más las sombras de caudillaje, las sombras del clientelismo, las sombras de la corrupción y del personalismo. Ya es tiempo de volver a ser un país, si alguna vez lo hemos sido, y dejar las payasadas para el circo.
Una sola cosa más. Nuestra verdadera revolución llegará por la educación. El Perú insiste en verse a sí mismo como el país de los mediocres gacetilleros al estilo de Aldo Mariátegui, los panfletarios sin escrúpulos al estilo Jaime Bayly, los clowns irremisibles al estilo Raúl Romero, los propagandistas bajo la mesa al estilo Nicolás Lúcar.
El Perú no es eso. Y si lo es, no debe serlo. El Perú debe volver a ser el país de José María Arguedas, Manuel Gonzalez Prada, Clorinda Matto, José Carlos Mariátegui, César Vallejo, Martín Adán, Mario Vargas Llosa, Julio Ramón Ribeyro, Blanca Varela; el país de Unanue, Leoncio Prado, Miguel Grau, Micaela Bastidas, Francisco Bolognesi, María Helena Moyano.
La fujimorización mató a ese país, tras mucho tiempo en que la sociedad oficial lo mantuvo malherido, convirtiendo a esas imágenes en retórica hueca y en figurillas de álbum. Detrás de esos nombres están las ideas que nos redimirán. Hay que volver a esos nombres, a esos libros, a esos ejemplos. No somos un país de mediocres; no tenemos que convivir para siempre con toda esta mediocridad.

lunes, 6 de junio de 2011

Vuelta y Vuelta (resaca post-electoral)




Puede que mis razones sean fácilmente descalificadas por quienes no piensan como yo, lo que no me molesta en lo más mínimo.
Ayer domingo voté como la mayoría de peruanos y creo que es histórico que el candidato (en este caso, la candidata) que obtuvo la mayoría en la capital Lima no sea quien ganó, lo que debe llamar a reflexión a los que ahora están con un repentino ataque de nervios: el continuo menosprecio de lo que ocurre en el resto del país (sierra y selva, principalmente) tarde o temprano tiene su consecuencia. Causa – Efecto que le dicen.
No iba a votar por Fujimori jamás, recuerdo cada uno de los titulares que ese clan compró y la sangre derramada. Recuerdo el desprecio por la vida, aunque recuerdo también la generosa valentía de los jóvenes en la marcha de los Cuatro Suyos.
Recuerdo cuando La Oveja Negra se vistió de rebeldía y solidaridad.
Confieso que el triunfo de Ollanta Humala no me entusiasma y espero que desarrolle políticas inclusivas que reconcilien al país y no lo fragmenten más de lo que ya está.
Estoy orgulloso del suelo donde vi mi primera luz, no creo que irse sea la solución – como muchos amenazan desde el Facebook – ya que lo que hace grande a un país es la gente que lucha día a día desde su trinchera, tanto por los suyos como por los demás.
Celebro que aquí ganó la dignidad y la memoria. Bien por el Perú.
Éste no es un cheque en blanco Comandante, úselo con prudencia y serenidad.

viernes, 3 de junio de 2011

De príncipes azules

Con el corazón en la boca por lo que podría sucederle al Perú el próximo domingo (pasado mañana), distraigo la ansiedad con poesía, en este caso femenina.
Luile Eckman, nacida en Mar Del Plata (Argentina) vive desde los 11 años en Lima y en enero del año 2008 publicó su primer libro de poemas "En la caracola, el mar", de allí el poema que a continuación comparto con ustedes... por la temática, su lectura podría ser acompañada de "Medias Negras" de Joaquín Sabina....

Príncipe Azul

Dicen que los príncipes azules no existen,
ni siquiera los azulinos.
Pero yo he visto uno en la ventana.
Se asomaba, me miraba,
y no se atrevía a entrar.
Yo le guiñaba el ojo,
le hacía toda clase de piruetas,
morisquetas
y más piruetas.

El príncipe me miraba,
y no se atrevía a entrar.
Hasta que comprendí
y me hice la Bella Durmiente.
Cuando abrí el ojo
el príncipe había desaparecido.
También mi reloj, mi walkman amarillo
y mi tarjeta Más Más!
Dicen que los príncipes azules no existen,
ni siquiera los azulinos...