Cuando tengas ganas de verme
Te estaré esperando... le dijo.
Ella esperó con la paciencia,
de las abejas
Cubierta de miel y por las mañanas,
de rocío.
La noche lo tapó todo
con su blanca mano,
de olvido
Escribo en la almohada:
Aún
te estoy esperando
junto al pabellón
azucarado,
de tu oreja.
Despierta
corazón...
hay que soñar
Me ha gustado el poema que entiendo es tuyo. En un naufragio de pesimismo, realmente quizá el optimismo salve. Por ello, me gusta la consigna final. "Despierta corazón".
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