martes, 24 de mayo de 2011

Dos entregas de Joaquin Sabina...

A propósito de los tiempos que corren en nuestro Perú, se recomienda la lectura (nunca obligada) del talento del señor de Úbeda... debo decir además que son entregas bastante recientes...

A pesar de…

A pesar de que siempre me han privado
los calambres del pecado,
las putas y los toreros,
a pesar de mi Atleti manque pierda
y el corazón de la izquierda
subiendo cuestas de enero,
a la hora punta de arrimar el hombro,
hurgando entre los escombros
de la peña malherida,
a pesar de la niebla y el espanto,
sacaré brillo a mi canto
para celebrar la vida.

A pesar del tufillo perroflauta
que destila el internauta
cuando el mundo es un pañuelo,
en prosa, en verso, en rabia, en tinta fresca,
mi canción, buscando gresca,
pondrá su grito en el suelo.

A pesar de la urgencia de la hora
y las toses de la aurora
que suenan a despedida
y el Fondo Monetario ¡qué calvario!
y el futuro, ese rosario
con las cuentas repetidas,
hastiado como estoy de los matones
que condenan los crespones
de lo Público a la hoguera,
a pesar del invierno he decidido
plantarle cara al olvido
con el verbo por bandera.

Aunque con tanta crisis tecno-zafia
no haya capo de la mafia
que deje de cantar bingo,
a pesar de que pagan más bien poco,
aquí, comiéndote el coco,
me tendrás cada domingo.




Sonetos Equinocciales
1.

De regreso al hogar, sweet home Tirso de Molina,
way back from Argentina, Chile, Montevideo,
Asunción jesuita, guaraní camafeo,
vacile de una mina febril y ultramarina.


Furtivo como un guacho borracho en la cantina,
dandy al estilo Gandhi, que se mueran los feos,
tan mal samaritano, tan noble filisteo,
tan Judas, tan gusano que suda y abomina.


Bendito Quasimodo más todo que cualquiera,
barata voz en grito, gambito en primavera,
rata de la escalera que espera el autobús,


que ahúma el moctezuma cristal con que me miras,
que fuma un infumable con más de cien mentiras,
que baila, gira gira, que resucita el blues.



2.


La tisis de la crisis de la madrastra Europa
no profana la ropa de América insurgente,
Pepe, Lugo, Correa, Evo, Sandino al dente,
Castro, Chávez, Cristina y Ollanta hasta en la sopa.


Anoche en Buenos Aires compartí con Estopa
las mieles improbables de un sueño incandescente,
y Fito y Calamaro y Charly en cuerpo presente
prologaron mi empeño, desasnaron mi copa.


Ajenas luminarias desarbolan verbenas,
plegarias atendidas, despedidas obscenas,
ni por la patria muero ni por banderas mato.


Las nuevas catacumbas no son bellas ni nobles,
los penúltimos trenes aceleran el doble,
vista desde la tumba, la vida, ¡qué buen rato!

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