Rey Montalvo es trovador y sociólogo, nació en 1989 en
Matanzas, Cuba… sigue viviendo en la isla.
Para formular su tesis “Trovadores Urgentes”, entrevistó al
emblemático representante de la llamada Nueva Trova Cubana, Silvio Rodríguez,
quien además cumple años el día de hoy, con un concierto en Montevideo,
Uruguay.
Aquí fragmentos de la mencionada entrevista.
Nombre y apellidos: Silvio Rodríguez Domínguez
Edad: 65
Lugar de nacimiento: San Antonio de los Baños
Lugar de residencia actual: La Habana
Formación profesional: Algunas clases de piano
en el conservatorio La Milagrosa (1955); seis meses de clases
particulares de piano con Amelita Fabre (1964); y 2 años como
integrante del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC (1970-1972)
¿Qué es para usted la Trova? ¿Cómo valora su
surgimiento y desarrollo histórico-social en nuestro país?
La trova es una expresión poético-musical que surgió en el
oriente de Cuba, en el siglo 19. En sus inicios estuvo vinculada a la costumbre
de dar serenatas en ventanas y balcones, como forma de agasajo. Que
la trova se hiciera con guitarras y percusión menor determinó su accesibilidad
a personas de al menos medianas posibilidades económicas. Creo que ese fue un
factor que contribuyó a que la trova se fuera haciendo cada vez más popular
(además del talento de sus cultores, claro está).
¿Cuándo y por qué se convirtió en trovador? ¿Cuáles
fueron sus motivaciones?
Yo empecé haciendo canciones y cantándolas en el ejército, y
por entonces no se me ocurrió que fuera un trovador, aunque la trova estaba en
mis más profundas referencias. Quise identificarme con los trovadores cuando
empecé a profesionalizarme. Adopté esa definición cuando me enteré de que eran
los músicos peor pagados de Cuba. Esto lo descubrí en el programa de La
Trova de Luis Grau, en Radio Rebelde, en 1967. Dos pesos le pagaban a un
trovador por hacer un programa de radio.
¿Cuáles son las semejanzas y/o diferencias que, en su
opinión, pueden establecerse entre la llamada Trova tradicional, la Nueva
Trova y la Novísima Trova?
En tiempos de la trova tradicional eran habituales los dúos.
Las arias influyeron a los primeros cantores porque entonces la ópera era
ejemplo de la canción más exquisita. En otro momento se puso de moda hacer dos
melodías y dos letras sobre la misma armonía. Cuando el son irrumpió en
Oriente, se hizo esencia en la canción cubana. Cuando los trovadores eran
contratados para amenizar, empezaron a agruparse y a incluir más instrumentos,
para que hubiera más sonido (por entonces no existía la amplificación). Las
diferencias entre unas trovas y otras están marcadas por las épocas, por el
grado de información y por supuesto por los avances tecnológicos. El legado que
se va recogiendo influye; y las nuevas referencias culturales que incorpora cada
época, también influyen.
¿Qué papel han jugado –y juegan actualmente- los
trovadores y su obra en la sociedad cubana?
La trova ha llegado a ser identificada como parte de
lo característico de la cultura cubana. Esto por un lado es un logro, y por
otro un peso que obliga, porque las cristalizaciones significan inercia. Quizá
por eso cada nueva generación necesite una especie de pulso con la muerte.
¿Cómo valora el movimiento trovadoresco de los años 70´,
y a sus representantes?
Fue un momento por una parte de calidades y por otra de
masividad. Lo masivo sorprendió a muchos, e hizo que se pensara en
institucionalizar la trova, con el MNT. Pero la oficialización de un movimiento
artístico puede significar su anulación. La vida, más sabia que los hombres, demostró
que la trova continuaría fluyendo, más allá de los cuños.
¿Cómo valora el movimiento trovadoresco actual y a sus
representantes?
Como una afortunada continuidad del fluir trovadoresco. Hay
expresiones que recuerdan algunas características de la trova primigenia, como
las canciones a dos voces. Y también hay proyectos experimentales donde se
fusionan elementos. Entonces resulta algo que, de pronto, huele a futuro.
¿Qué actividades, proyectos, programas radiales y
televisivos, de acuerdo a su juicio, tributan a la promoción y divulgación
de la Trova en la actualidad?
Creo que el Centro Pablo de la Torriente Brau ha
jugado un papel decisivo para el desarrollo y el rescate de la trova actual,
posibilitando puntos de encuentro y propiciando el registro sonoro de la
expresión trovadoresca. Hay varios programas de televisión dedicados a los
trovadores. Incluso hay una notable proliferación de peñas.
Nunca será suficiente, por la variedad de trovadores que
suele haber. Pero creo que nunca, en ningún momento de nuestra historia, la
trova ha sido mejor atendida (y entendida) que en estos tiempos. Y esto lo digo
esperando que mañana sea mejor.
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