Un grupo de estudiantes de izquierda, utópicos opositores a la sociedad de consumo, generaron una serie de protestas en Francia, especialmente en París aunque luego se expandiría a toda la república. Esto sucedió entre los meses de mayo y junio de 1968 (el año de las flores). En el transcurso de las protestas se unieron grupos de obreros y luego – porque no les quedaba otra ante la masividad – los sindicatos y el Partido Comunista Francés.
Todo el tema condujo a la mayor huelga general de la historia francesa, con la participación de las 2/3 partes de los trabajadores de ese país (9 millones), lo que puso en jaque al gobierno de Charles de Gaulle, que muy preocupado ante la posibilidad de una insurrección de consecuencias fatales, tuvo que convocar a elecciones anticipadas el 23 de junio.
Todo el tema condujo a la mayor huelga general de la historia francesa, con la participación de las 2/3 partes de los trabajadores de ese país (9 millones), lo que puso en jaque al gobierno de Charles de Gaulle, que muy preocupado ante la posibilidad de una insurrección de consecuencias fatales, tuvo que convocar a elecciones anticipadas el 23 de junio.

Claro que debemos señalar que no se trató de una simple “ocurrencia” de algunos estudiantes franceses, era la consecuencia de una serie de acciones gubernamentales - Charles de Gaulle estaba en el gobierno desde 1958 – de carácter represivo y de mordaza a la prensa. El caso de más de 200 argelinos arrojados al Sena por protestar – pacíficamente - en 1961 y luego, en 1962, 9 muertos en el metro de París luego de una protesta organizada por el Partido Comunista y la Confederación General del Trabajo. El desgaste del régimen (la V República) y una cada vez más evidente crisis económica fueron el caldo de cultivo adicional.

Quizás la frase más emblemática de aquellas jornadas fue: “LA IMAGINACIÓN LA PODER”, que reflejaba el “cambio social cualitativo”, según Marcuse, para pasar de una sociedad tan obsesionada por “tener” a otra más preocupada por “ser”. El slogan surge de un panfleto -discurso de uno de los grupos estudiantiles más activos del mayo francés: Los Situacionistas. Posteriormente fue vertido a las famosas pintas (graffitis) de las paredes universitarias, y acabó traspasando fronteras al convertirse en un “grito de guerra” de los movimientos juveniles que proliferaron en tantos países a finales de los 60.

Las nuevas generaciones (y las anteriores) han perdido creatividad cuando tratan de expresar una posición política (sobre todo). Inclusive nos falta imaginación para protestar. Siempre el mismo grito, el mismo panfleto que por recurrente resulta vacío. Ojo, lo que escribo no contradice en absoluto la legitimidad de las protestas como la que se realizó y aún se realiza acá en Cusco contra el Proyecto Majes – Siguas II.


“Ella está en el horizonte - dice Fernando Birri -. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que camine nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar” (Eduardo Galeano. Las Palabras Andantes).
No hay comentarios:
Publicar un comentario